La apertura de datos públicos no determina solamente efectos importantes sobre las administraciones públicas de muchos países del mundo, a través de la simplificación de los procedimientos y el ahorro de tiempo, además también produce un impacto relevante sobre la economía global: las estimaciones internacionales señalan ventajas relevantes, con efectos ampliamente medibles incluso a través de sus efectos en el sistema económico empresarial, gracias a la utilización de datos cartográficos, sobre los transportes, los bienes culturales, demográficos, inmobiliarios, ocupacionales y sociales para producir aplicaciones y servicios.
Casi todas las informaciones públicas tienen, por lo demás, un valor intrínseco, que va más allá del cumplimiento de las obligaciones institucionales de la entidad que las posee. Incluso cuando cada información tiene una importancia limitada, a menudo la lectura en serie histórica, la recolección de datos organizada y la combinación de muchas informaciones con fuentes diferentes permite atribuir un valor relevante a aquella información, además de generar un valor añadido notable. .
Así, por ejemplo, las informaciones geográficas son la base de mapas y planos, las cuales pueden ser útiles para proporcionar servicios en línea de todo tipo, mientras que los datos inmobiliarios pueden ser útiles a operadores e institutos de crédito que quieren hacer coincidir la oferta con la domanda de alojamiento para poder proponer soluciones de financiación. Los datos meteorológicos se pueden utilizar sea para servicios con valor añadido en tiempo real (como por ejemplo las funciones “push” para smartphone con previsiones selectivas del tiempo), sea para alimentar los sitios meteo más tradicionales. Los datos sobre transportes pueden servir para alimentar servicios con informaciones sobre movilidad. Los datos sobre los presupuestos de las empresas ofrecen importantes informaciones de mercado para realizar análisis de la competencia y estudios sobre escenarios económicos útiles para los decisores públicos o para cualquiera que necesite realizar una estrategia de inversión.
Los datos e informaciones públicas, si se vuelven disponibles y utilizables, pueden transformarse en contenidos “activadores” de nuevos y a veces imprevisibles actividades y servicios con valor añadido para los usuarios constituidos por ciudadanos, empresas y administraciones.