La ética de datos se refiere a su uso y reutilización responsable y sustentable, por parte de actores públicos o privados. Responde a un conjunto de principios que contemplan el respeto de los derechos humanos y de la privacidad de los individuos, a través de procesos transparentes respecto de la gestión y manipulación de los datos personales, ya sea de forma individual o agregada.
El Reino Unido avanzó en la definición de siete principios a implementar en el marco de la administración pública a través de su “Marco de Trabajo de Ética de Datos”:
1. Se deben tener claras las necesidades del usuario y el beneficio público. Trabajar con datos de forma innovadora presenta un gran potencial para la prestación de servicios públicos, pero se deben plantear los objetivos de cada acción de forma clara, y sus implicancias para los ciudadanos y los servidores públicos.
2. Ser consciente de la normativa relevante y los códigos de conducta. Se deben comprender de forma exhaustiva los marcos regulatorios, normativas vigentes y códigos que definen las buenas prácticas y marcan los límites de lo permitido. En caso de duda, consultar con expertos.
3. Los datos a utilizar deben ser proporcionales a las necesidades del usuario. El uso de los datos debe ser proporcional a la solución necesitada por el ciudadano y se debe utilizar la menor cantidad de datos posibles con el fin de minimizar tensiones.
4. Comprender los límites de los datos. Los datos utilizados para el diseño de políticas y servicios públicos por parte del gobierno deben ser interpretados en profundidad y de forma correcta. Es esencial considerar los sesgos y límites interpretativos de los datos al momento de evaluar su incorporación como parte de un diseño.
5. Utilizar prácticas robustas y que estén al alcance del funcionario público. Los resultados que surjan de la incorporación de nuevas herramientas tecnológicas están determinados por la calidad de los datos y las prácticas utilizadas para tratarlos. El utilizar técnicas modernas sin comprender cabalmente su uso puede resultar en resultados sesgados y contraproducentes.
6. El trabajo debe ser transparente y capaz de rendir cuentas. Se debe ser transparente sobre las herramientas, datos y algoritmos utilizados para realizar este tipo de tareas, utilizando técnicas transparentes que le permitan al ciudadano auditar estos procesos.
7. Se debe ser responsable en la inclusión de datos. Es esencial que exista un plan definido respecto de la incorporación de fuentes de datos y la exposición de los mismos de forma responsable. Esto implica que tanto los usuarios finales como los que trabajen en los productos intermedios, sepan los límites y responsabilidades asociados a estar expuestos a estos datos y su reproducción.