Con ese dato comparativo usted podría plantearse:
• ¿Cuál fue el comportamiento de la criminalidad en mi municipio para cada uno de los años correspondiente a 2005 y hasta 2012?
• ¿Se mantuvo la tasa cerca de los 8 actos violentos por cada 10 mil habitantes o hubo variaciones entre años?
• ¿Esos cambios fueron abruptos o no?
• Si fueron abruptos los cambios: ¿por qué el combate a la criminalidad es un sube y baja de un año a otro?
• Si la tasa es estable, ¿por qué se mantiene así?
• ¿Cuántos policías por cada 10 mil habitantes hay en la ciudad?
• ¿Cuál es el presupuesto que las autoridades invierten anualmente en seguridad?
• ¿Es alta o baja la tasa de criminalidad de mi municipio respecto de los otros de la provincia o del país?
Como puede observar, una base de datos puede y debe ser entrevistada en varias ocasiones durante la investigación; igual que ocurre con cualquier otra fuente. Además, a menudo, algunas de las respuestas que le dará desencadenarán nuevas preguntas cuyas respuestas estarán inmersas en otras bases de datos o recurriendo a documentos y voceros oficiales.
Finalmente, nunca olvide reflexionar sobre la más crucial de las preguntas por hacer a una base de datos: ¿por qué es importante para la gente la historia que cuentan sus cifras?
Un periodista puede tener el mejor análisis de data y las mejores conclusiones, pero si olvida mostrar el lado humano de los números, su reportaje carecerá de significado.