Escribimos entre todos un texto que aborda el tema de las nuevas miradas al rol docente. El desafío para el docente, para los equipos y para la institución.
Aquí escribimos. Ir a "editar"
El rol docente cambió con el uso de las TIC en la educación virtual. Primero, es necesario mantener una actitud flexible, abierta y crítica respecto a la educación en entornos virtuales de aprendizaje. Es necesario formarse desde el punto de vista tecnológico para poder dominar los entornos virtuales, usar y gestionar diferentes dispositivos y entornos de trabajo digitales y manejar herramientas informáticas. El nuevo rol del docente implica estudiar, evaluar y analizar contenidos y recursos que están disponibles en la web, para seleccionar los materiales más adecuados para el abordaje de cada tema. Hay mucha información disponible, el docente selecciona la de mejor calidad.
El docente también asume un rol de “gestor de comunidad digital”, anima, gestiona, supervisa la participación de los estudiantes en los entornos virtuales de aprendizaje e incorpora un modelo de aprendizaje auto regulado que implica fortificar la autonomía de las personas que aprenden. Eso implica un cambio en la actitud del estudiante, que pasa a ser protagonista de su propio aprendizaje, y en el proceso, adquiere competencias como gestión del tiempo, responsabilidad, compromiso, capacidad de análisis y síntesis, entre otras.
El rol docente se ha vuelto cada vez mas desafiante: gestor, moderador, nexo, y un sin fin de atributos que parecen inalcanzables. Para poder acercarnos a ese rol tan prometedor que deseamos es necesario que exista un soporte institucional que lo ampare. Es fundamental efectivizar la famosa carrera docente, fundada en valores como la solidaridad y la equidad.
Al hablar de soporte institucional también es imprescindible que las jefaturas y direcciones de carreras o cátedras estén actualizadas y comprometidas con las nuevas modalidades de enseñanza, para poder promover acciones innovadoras que se adapten al nuevo escenario. Rediseñar los cursos desde el la experiencia de quienes han sido pioneros o avanzados en estos temas y brindan aportes desde un estudio serio de impacto
Dicha formación es necesaria además para poder evaluar planteos del equipo docente y de los estudiantes. La misma va más allá del manejo de las nuevas herramientas virtuales sino de entender los nuevos procesos de aprendizaje.
Respecto al soporte institucional, podemos agregar, además, que es también un desafío para las unidades de apoyo a la enseñanza y las TICs.
Este es un tema nuevo para casi todos, sobre todo en la enseñanza pública. La enseñanza privada, que supo ver desde hace algunos años ya, el potencial de los cursos on line, seguramente está más preparada y podría instruirnos sobre este tema.
Aun así, pareciera que no están tan aceitados los mecanismos entre los que supuestamente dominan el tema. A modo de ejemplo, muchas veces se vuelve muy difícil acceder a los contenidos en forma permanente y otro es respecto a las evaluaciones: suelen tener preguntas que no aportan nada más que datos "de relleno". Sin duda es muy difícil diseñar evaluaciones consistentes sobre todo para la virtualidad.
En este momento, con esta situación que nos tomó a todos por sorpresa, parece no ser oportuno poner criterios mínimos de exigencia. Ningún docente universitario (que no sea del área virtual específicamente) en nuestro país, cuando tomó posesión de su cargo firmó un contrato dónde se especificara que debe cumplir con esos requisitos mínimos.
Y ahí ya entramos en un tema político-filosófico que da para mucho. Lo cierto es que la universidad debería estar brindando capacitaciones a granel y sobre todo accesibles para instrumentar a los docentes y ayudarlos a cumplir su función, con un soporte permanente, para que la sobrecarga de trabajo no se vuelva avalancha.
Por supuesto que todo esto se traduce en una mejor o peor situación estudiantil.
Por otra parte, la universidad también debería apoyar de alguna manera a los docentes con soporte de hardware. Se ha puesto sobre sus hombros, sin mencionarlo, una exigencia de tener una buena computadora con una buena cámara y buena señal, mínimamente. Sumamos buena cámara de fotos y videos, iluminación, etc. Y este, que no es un problema menor, se está soslayando. La mayoría de los docentes tienen un grado 1 con 20 horas en la estructura piramidal universitaria, y, por lo tanto, ingresos menores a $20.000. ¿Se les puede exigir que tengan la infraestructura adecuada? Un maestro de primaria percibe bastante más y tienen básicamente su ceibalita para maestros, los docentes de secundaria tienen un sueldo mucho mayor, y muchos de ellos cuentan con ceibalitas ajustadas a su nivel.
El docente universitario es la cenicienta del cuento con los ingresos más bajos y con escaso apoyo para poder brindar mejor calidad de enseñanza, referido a un respaldo sólido de manejo de plataforma EVA y otras.
pareciera que además de mirar el nuevo rol del docente universitario, hay que darle el soporte de hardware, software y adiestramiento para que pueda ser el docente que la comunidad espera y necesita que sea.